Hoy aparece una nueva
página en el blog: “Cartoons”. Pretende ofrecer el trabajo que ahora mismo
estoy realizando en las clases de Física y Química de 4º de Secundaria. Si sólo
uso el libro de texto para explicar la gravedad, se queda corta la explicación,
a menos que deje caer el libro sobre la mesa. La cosa se complica si lo que
quiero es explicar la segunda o tercera ley de Newton. Además, quiero que el
libro se conserve en unas buenas condiciones de un año para otro.
Así, aparezco en clase
con juguetes de mi hijo, como sus canicas, las vías de su tren y, entre golpe y
golpe de canica, y colisiones entre vagones, vamos explicando la conservación
del momento lineal, de la energía y otras leyes muy generales que rigen nuestro
Universo.
Esto empieza a gustarme
más, el alumno empieza a entender mejor la ley y entonces veo por internet “Las
leyes físicas de los dibujos animados” y “La física del coyote y correcaminos”.
Adaptando lo que encuentro a un nivel de secundaria preparo unas sesiones y
unos trabajos que dejo en la nueva página. De momento, la experiencia está
siendo muy positiva.
Mi objetivo no
solamente vuelve a ser que se enganchen a la ciencia, sino que vean con otros
ojos la realidad en la que viven. Que comprueben que el ocio visual que
consumen puede ser analizado desde muchos puntos de vista. No quiero que mis
alumnos sean autómatas, que reproduzcan sin razonamiento alguno lo que viene en
un libro o apuntes, que aprendan fórmulas y hagan ejercicios sin entender ni
comprender el enunciado (no sé cómo lo hacen, pero son capaces).